Malena

Lunes, 2 de enero de 2074
Dicen que nadie escribe un diario para sí mismo, que todos esperan que alguien lo lea, tal vez de manera inconsciente. ¿Y yo? Yo sería feliz si tuviera alguien que quisiera leer mi diario, ya no soporto la soledad. Desde aquella serie de sucesos no he tenido compañía. La recuerdo bien, mejor de lo que querría. Hasta la más pequeña falla puede arruinarlo todo, ahora me estoy volviendo loco.
¿Y si alguien quiere leer esto? No entendería mi situación, creo que debería empezar esto en el pasado.
Aquella idea era brillante, insertar datos en el cerebro humano a través de microondas. Era un éxito, ya lo había probado con varios animales pequeños y fáciles de conseguir, en total había matado 3 conejos, 5 ratones y 2 ratas. Eso fue al principio, ya había conseguido resultados exitosos con tres docenas de animales… claro que eso no probaba éxito alguno, puesto que no entendía a los animales lo suficientemente bien para saber si alguno de los datos había entrado correctamente en su cerebro. Necesitaba un sujeto experimental que pudiera comunicarme sus pensamientos.
Maldigo la docilidad con la que acepto. Mi Novia, Malena, una adorable chica, pero demasiado blanda para mi gusto, aceptó ser el sujeto experimental número 47. Lo lamenté, pero no en ese momento.
Aquel maldito día, Malena llegó temprano a mi laboratorio. Yo no había terminado de calibrar mi máquina así que tuve tiempo de explicarle la función de cada pieza que necesitaba un ajuste. Y la máquina no estaba preparada para un ser humano. Tuve que aumentar una silla y ajustar todos los reflectores y receptores.
La máquina funcionaba con una computadora central que manejaba todos los circuitos, arriba de la cabeza del individuo había antenas que captaban las señales emitidas por la computadora, las transformaban en microondas que se reflejaban en piezas metálicas alrededor de las antenas. Se irradiaban los datos codificados.
Cuando hube terminado de calibrar cada pieza le pedí que se sentara y le di un calmante, para que su cerebro trabajara lo menos posible durante el proceso, no quería que sus pensamientos interfiriesen con el experimento. Elegí una frase aleatoria “pastelito cereza conejo cactus león” e inicié el proceso, como con los 46 animales anteriores, pero algo salió mal, muy mal. Según mis posteriores deducciones… solo olvidé apretar un tornillo. Las ondas se sobrecalentaron, vi un destello, una sobrecarga, el experimento había fallado, quemando el cerebro de Malena, la muerte fue instantánea.
Me quedé sentado por horas frente a mi máquina, frente al cuerpo inmóvil de mi novia.
Debía deshacerme de toda evidencia, Malena era una chica solitaria, nadie notaría su ausencia, solo salía conmigo y vivía sola. Pensé en enterrarla, pero era demasiado hermosa, tenía algunos contenedores de nitrógeno líquido, sería fácil llevarla hasta el subsuelo. Ya sabía dónde ocultarla, pero no podía acercarme, no podía moverme, el miedo y la culpabilidad me lo impedían.

Martes, 3 de enero de 2074
No recuerdo bien el resto, solo sé que ahora ella está en un contenedor en el subsuelo, descansando. Desde aquel accidente me he vuelto algo paranoico, tengo miedo de que me descubran, salgo solo a retirar mi ración de comida mensual, el resto del tiempo estoy encerrado en mi habitación. Ahora la extraño, no encuentro a otra mujer que me guste, ninguna es como Malena. Hace 10 años, que está muerta. Lo he pensado, la necesito, crearé una “nueva Malena”, un reemplazo artificial.
Me he vuelto alguien solitario, necesito compañía, necesito un reemplazo de Malena… mi bella Malena, con sus ojos verdes y su cabello rojizo, tal vez se necesita de estos momentos para poder ver claramente lo valioso que era algo.
Necesito un reemplazo, no tengo nada mejor que algo artificial… tan frío

Jueves, 5 de enero de 2074
Estoy haciendo planos de como la haré, estoy ocupado, no puedo dedicar tanto tiempo a escribir.

Domingo, 8 de enero de 2074
Estoy “recolectando” su personalidad. Por suerte casi toda la información almacenada en su cerebro quedó grabada en mi computadora principal, desde hace 10 años. Será fácil extraerla, pero tomará mucho tiempo, los procesos de descarga y transformación de datos toman demasiado tiempo. Creo que usaré ese tiempo para construir los mecanismos de funcionamiento interno, otra tarea larga y tediosa, pero sigue siendo relativamente fácil.

Martes, 10 de enero de 2074
El cuerpo humano tiene articulaciones y poleas, nada difícil de imitar con piezas sintéticas. No imitaré el esqueleto en su totalidad, está diseñado para albergar órganos cuya función no es necesaria para algo artificial. No necesito demasiadas funciones humanas, dejare espacio para la unidad de procesamiento de datos.
Procesar datos, al nivel del cerebro humano es algo difícil, es lo que requiero, algo de compañía, aunque sea artificial.

Jueves, 19 de enero de 2074
Estoy avanzando de manera muy satisfactoria, debí haber hecho esto antes.
Estoy realizando las últimas modificaciones en el sistema de procesamiento de información, se está descargando en este momento. He conseguido un material que simula muy bien la piel humana, es suave, flexible y con una textura muy agradable, el modelo que he conseguido tiene un sistema especial de resistencias que genera calor y lo mantiene. Estoy desarrollando sus facciones, como si de una muñeca se tratase.
Me siento como el Doctor Frankenstein, de aquel antiquísimo libro, escrito hace 256 años. Crear vida, sentirse como Dios, el moderno Prometeo, es extraño, pero me gusta… jugar a ser Dios, sentirme como Dios, crear cosas como Dios, quiero que me adoren como a Dios ¿soy Dios acaso?

Sábado, 21 de enero de 2074
Ya casi la termino, es una idéntica copia de Malena. Solo debo colocar sus ojos, se ven tan parecidas. Estoy cansado mañana la terminaré, debo cargar sus circuitos con información. Esta vez ajustaré todos los tornillos, no quiero más accidentes.
La veré despertar, volverá a mí. Ahora será eterna, vivirá más que yo. La programaré para que atienda todas mis necesidades, me cuidara. Soy su Dios, me debe adorar. Sí mañana despertará y Malena, si ahora es Malena, mi muñeca. ¿Cómo puede ser solo una imitación? Es ella, Malena, ahora estará siempre a mi lado.